jueves, 27 de febrero de 2014

Pocho Roch y su conjunto - Recopilación

Pocho Roch

15 de abril de 1939, en Itatí nacía Pocho Roch, autor, compositor e investigador destacadísimo de la Provincia de Corrientes, sus obras son más de 5000, muchas de ellas forman parte del más selecto cancionero chamamecero, como "De allá ité" "Corrientes soñadora", "Yo voy mariscando" "Peregrinos de la Virgen" "Leyenda de la Virgen de Itatí" y tantísimos otros...
Sus primeros años los pasó en el Paraje Ypacareí, este ambiente fue el que marcó su destino de compositor e investigador, según cuenta. Sus aportes a la cultura correntina y argentina han sido motivo de charlas y programas culturales y escolares.

También le valieron distinciones y un Doctorado Honoris Causa en la Universidad del Noreste. El inmenso archivo y la extensa bibliografía y documentación en todo tipo de formatos que atesora en su casa de Corrientes son testimonio de tanto trabajo.

A sus 74 años, Pocho sigue con proyectos, "es mi vocación y nada me puede hacer más feliz que hacer las cosas para las cuales he nacido y vivo". Su filosofía y por tanto la de sus obras, se encuadran en sus experiencias, los paisajes, las culturas ancestrales güaraníes y la influencia franciscana.

En el living de su actual casa en la Ciudad de Corrientes, Pocho tiene colgados diplomas, aunque les resta importancia, se ven un Título Doctorado Honoris Causa que le fuera otorgado en el 2001 por la Universidad Nacional del Noreste por su aporte a la cultura a través de sus investigaciones y sus publicaciones; o un Diploma de Honor que fuera entregado por la Cámara de Senadores de la Nación por el mismo motivo. También un cuadro pintado con su rostro es parte de la decoración, "ese cuadro lo pintó una persona que yo no conocía, pero que un día llegó a mi casa y me lo regaló, porque decía que mis canciones lo inspiraban".

El resto de su casa es un gran archivo. Las paredes practicamente no se ven, están tapadas por estanterías enteras de cajas con libros, papeles, fotocopias, video tapes, cassettes y discos. Separados por tema se leen algunos rótulos: "mate", "diccionarios güaraníes", "música jesuita", "diccionarios de castellano", "grabaciones inéditas", entre tantos otros. Un gran archivo que ocupa varios ambientes de su casa. En el más visible de ellos, pegado al living, hay una computadora y un equipo de música. De la boca de la impresora que está al lado de computadora asoma una hoja impresa con la letra de una canción.

Pocho cuenta sus más recientes proyectos, historias de su pueblo, de su andar y de la Virgen de Itatí "y mejor no te cuento como llegó la Virgen al pueblo porque no me lo vas a querer creer..." dice con orgullo luego de explicar el origen de la imagen tan venerada en el litoral. Acto seguido, a modo de bibliotecario comienza un recorrido guiado por todo su extenso archivo.

Tanto interés por la cultura y tanto ahínco en descubrir las raíces correntinas y güaraníes tienen un origen en su niñez. Sus primeros 8 años, Pocho los pasó en el campo, en el Paraje Yacareí, llegó a ese sitio porque su padre era maestro. Allí convivió de pequeño con las costumbres de sus paisanos y lo llevó a conocer el idioma "Avá Ñeé" lo cual generó su profundo interés por la cultura güaraní correntina. Este antecedente es fundamental en su vocación, en la cual recopiló una enorme cantidad material de folklorología, musicología, historia, música, canto, danza, etc. - ese mismo material que se atestigua en las estanterías que recubren el interior de su domicilio -.

El chamamé, fue la música con la que se crió, pero también cuenta que de pequeño le enseñaron a tocar el órgano en una Iglesia donde tocaba música franciscana. Tal vez eso fue lo que también lo motivo a investigar aspectos de la cultura güaranítica-franciscana, las costumbres, la sociedad y por supuesto la música.

En sus escritos y por medio de sus investigaciones, Pocho Roch, asegura que la palabra chamamé es de indudable origen güaraní. Explica que etimologicamente la palabra chamamé viene de "Chá": contracción de che (mi); "Á" (alma); "Amá" (lluvia) y "Mé" (estar), por lo que de acuerdo con la antigua manera de traducir los pensamientos de derecha a izquierda "Chamamé" significa "Estar en la lluvia con el alma". Una palabra que encuentra su origen en las ancestrales danzas rituales de los güaraníes. También Pocho afirma que el chamamé desde la época de las misiones jesuíticas, dejó de ser un "Rezo-Danza" para convertirse en "una danza de recreación".

Todas estas investigaciones tienen mucho que ver con su propia historia que combina interesantes aristas. Pocho Roch es Hermano Franciscano y además un autodidacta que se interesó mucho en las culturas güaraníes precolombinas y en toda esa historia que el mismo llama "la otra historia, la que no se cuenta de la conquista, en la que se hicieron las más atroces barbaridades". Con todo esto, Pocho está muy seguro de haber hallado su vocación, "no hay nada más feliz que hacer lo que a uno le gusta, que vivir para lo que uno ama".

Profundamente espiritual, entiende a la palabra y a la música como lenguajes que conectan al ser humano con Dios. De hecho, todo esto también tiene sus raíces en la religión güaraní que dice que lo primero que Dios creó fue el lenguaje "Neé" o "Neëng": "porción divina del alma" o "palabra-alma". Por eso Pocho comparte que los güaraníes no tenían escritura porque no era necesaria: la palabra era la expresión del alma, lo era todo. El mismo dice "si fuera por mí no hubiese escrito todo esto, la palabra basta, es importantísima, pero hay que dejar un registro de todo, porque me lo piden y porque es importante también".

Con la música a Pocho le pasa lo mismo. Entiende a la música como la unión de los dos bienes sonoros esenciales "la palabra y la melodía". Por esa misma razón es que dice "así como a mi me gusta que hablen pausado para que cada palabra tenga su valor y se entienda claramente la expresión del alma, con la música es exactamente igual. Cada nota tiene que sentirse, tiene que escucharse, pausada, sensible. El chamamé es eso, por algo su origen de danza sagrada. No creo que el chamamé ni ningún otro tipo de música sea una cuestión para lucirse. A veces veo que los conjuntos de chamamé o algunos acordenistas pareciera que compiten para ver quién digita más rápido, para mi no es eso, para eso que hagan directamente una competencia a ver quién digita más notas en un minuto".

Incansable, compuso y escribió música y libros para varios proyectos culturales, muchos de ellos reconocidos y otros que no prosperaron, por eso hay como un cierto descrédito por parte de Pocho ante cualquier gestión cultural, aunque sigue con sus trabajos para que queden como un aporte al pueblo. Igualmente, con su doctorado Honoris Causa ha sido reconocido por la UNNE, aunque con sorprendente humildad dice "eso es solo una parte, es decir lo que se estudia en la Universidad que es muy importante es solo una parte de la historia, hay muchos lugares de donde aprender y por donde difundir estos conocimientos." Sus charlas con apoyo audiovisual que dicta desde hace varios años son ese aporte del que habla.

Revisando su historia personal hay algunos hechos que apuntalaron su ineludible destino. Pocho cofundó en 1955, a la edad de 16 años, la Orquesta del Colegio Nacional y el Conjunto "Los Ruiseñores". En 1957 la Editora musical Río Paraná edita por primera vez un chamamé suyo "Cheta Peguara". En 1971 junto con Marily Morales Segovia una obra integral de canciones infantiles que se título "Gurisada". Ese año también se graba por primera vez un chamamé de su autoría, es "Maleta Tuichá" y se graba en la voz de Daniel Toro.

Su obra consta de más de 5300 canciones y melodías de ritmos correntinos (aunque en su casa aún hay cassettes con canciones inéditas) , compuso 34 obras integrales que son testimonio de su tierra, sus paisajes, sus creencias y su filosofía. Otro gran aporte para difundir sus trabajos fue su programa radial "De allí Ité" que tuvo más de 26 años de permanencia en la Radio Provincia de Corrientes.

Hoy en día Pocho no se queda quieto. Sigue investigando, afirma que está armando publicaciones que tienen que ver con la cultura güaraní en Corrientes, la influencia franciscana en esa cultura y con el chamamé, también con su pueblo natal Itatí. Además está a punto de editar algunos discos con nuevas canciones, el cual nos hace escuchar en su equipo de música, mientras comenta tema por tema y cuenta el porque de cada nombre. Asegura que "una vez lanzado irá directamente a la internet para que llegué directamente al pueblo" con quien lo quiere compartir, aunque a su vez confiesa que no tiene correo electrónico porque no sabe manejarlo aún. También reconoce que entre sus futuros planes quiere componer "música instrumental de meditación, música para ayudar a orar".

Pocho Roch, es sin duda alguna un hito de la cultura correntina, pero por sobre todo un exponente de eso que el llama "palabra-alma". Su filosofía plasmada desde su sensibilidad en sus obras son el testimonio fiel de ese lenguaje que explica que nace desde adentro, que tiene un origen en nuestras raíces, que se nutre del contacto con el ambiente en el cual nos toca vivir y de la comunicación con los demás y de su creencia en Dios. El gran mérito es que en su obra y en sus palabras existe esa coherencia; virtud que no abunda
De http://www.corrienteschamame.com.ar/

Pocho Roch y su conjunto
RECOPILACION

01. Taipero poriajú
02. Corral de tigres
03. Corrientes soñadora (Viejo Taragüi)
04. De cunumi
05. Pueblero de Allá Ité
06. Ladrillero de pago
07. Peregrinos de la virgen Correntina
08. Tema Correntino
09. Senesio el barrilero
10. Por Santa Rosa me voy al río
11. Palabras a Itatí
12. Para habitar tu intimidad
13. Pisa que pisa, mazamorrera
14. Nati companero
15. Mi verde y rojo litoral
16. Valdez carpinchero
17. Libreña
18. Don Juan, el techador

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